La Tecla Fértil
El comportamiento lingüístico y, de los contextos en
Hispanoamérica y Iberoamérica se dará de una manera sensible hacia los
intereses rusos. No es el tiempo adecuado para los teorizadores y, el lenguaje
viene dándose desde 1998, cuando el teniente coronel, Hugo Rafáel Chávez Frías
asume el liderazgo latinoamericano logrando infiltrar sus ideas hasta en el
campo del cristianismo. Con el triunfo de Gustavo Petro, se entreteje un
conjunto de actos y el programa del Movimiento M- 19 se amplia porque supo
interpretar los hábitos del habla y prácticas en la comunidad. El pragmatismo y
la utilización de algoritmo en una campaña de doce años tras el poder da en
este instante sus resultados. Y se debe dar, un reconocimiento a este joven
montañero que se preparó académicamente y en el contacto de la comunidad que
mantuvo su postura para lograr la presidencia de Colombia.
La izquierda, ha venido asumiendo un nuevo rol de
liberalismo social y, una izquierda se enfrenta a otra izquierda. Ya no es el mismo discurso, hay un
apuntalamiento hacia el sector empresarial y hacer una alianza con la casta
militar y, desde allí con suma prudencia como heterogeneidad hacer un esfuerzo
para olvidar el pasado con el fin único, de encauzar la conquista de dominio
para lograr un escenario doméstico que sea permanentemente sólido con el
pueblo, donde el caso venezolano es causal porque registra un antecedente de
pobreza abismal, donde el sector privado juega
con el mercado autorregulado manteniendo una cifra alarmante de
inflación.
Los jóvenes lobos hicieron su trabajo en Chile y
Colombia, creando un mundo de finanzas fósiles que son de utilidad para una
burbuja políticamente en posesión de fuerzas.
La economía le confiere ahora a la izquierda un espacio de continuidad
económica donde los pobres han perdido ya, sus derechos legales en situación
laboral y de protesta.
La actitud, en nuestro caso, de Gerardo Blyde,
Henrique Capriles Randosky y la mantuana Machado revela, otros términos, de los
partidos conservadores y como la derecha refleja una situación de disolución
total., hay disfunciones en la camarilla administrativa de ambos parámetros
ideológicos que se han tranzado entre sí para mantener su hegemonía, sin
importarle el pueblo. Es una fórmula operatoriamente eficaz de alianzas que
tiene su dirección global en Turquía, Irán y Rusia. Las razones políticas y
económicas de Joseph Biden han sido bestiales desde que asumió un rango en el
clan Barak Obama- Clinton.
La política exterior de EE. UU ha sido un desastre
desde que Biden ocupa cargos en La Casa Blanca desde la época de Bill Jefferson
Clinton.
Las creencias religiosas se suman desde hace dos
siglos., hay un pluralismo colectivo de Fe que, constituye una base en el signo
del pensamiento de las asambleas protestantes y del clero. Francia, desde 1905,
asume una realidad para hacer una identidad en la historia liberal e histórica
de los pueblos.
Desde tiempos de
Homero, o quizá desde antes, los seres humanos hemos necesitado héroes,
personajes luminosos, intrépidos, casi siempre rebeldes que encarnen nuestros
valores patrios en su más ilustre expresión. Los hemos identificado, cada quien,
según sus preferencias, en figuras como Aquiles, El Cid, Juana de Arco,
Napoleón, Lenin, Hitler, Gandhi, Thatcher o Mandela, sin olvidar Julián Assange
y Gustavo Petro. Hoy hay dos que saltan a la vista: Donald Trump y Julián Assange,
pareja emblema de los tiempos confusos en los que vivimos.
El triunfo de
Gustavo Petro nos verifica que la izquierda se solidifica ante grupos de
derecha en dispersión, que nos demuestra la excelencia de los equipos de
penetración pragmática cristiana que tienen los comunistas para apaciguar e
hipnotizar los pueblos, mediante mecanismos de persuasión y sublimación a un
alto nivel. Y por ello, vengo sumando citas bíblicas en estos trabajos.
En La Biblia
esta claro, lo que ha de suceder en los postreros días, que es el presente.
En el Libro de
los Proverbios, 25: 23: “Por el viento del norte viene la
lluvia y por las malas lenguas, las malas caras.”. En Cantar de Los Cantares
4:16, “Viento del norte, ¡despierta! Viento del sur,
¡ven acá! ¡Soplad en mi jardín y esparcid su perfume! Ven, amado mío, a tu
jardín, y come de sus frutos exquisitos.”.
Se viene
suscitando un conjunto de polos colindantes y adversos que la izquierda viene presentando
para establecer un nuevo orden ideológico, con principios fundamentales de sus
adversarios, fue capaz de utilizar a Donal Trump junto a Julián Assange.
En
su momento, años atrás. El fundador de WikiLeaks se empezó a ganar el amor de
la derecha estadounidense en plena campaña electoral presidencial. Declaró que
utilizaría sus recursos para socavar la campaña de la rival de Trump, Hillary
Clinton. Esto fue música para los oídos de Trump, que respondió en un acto
electoral: “Amo WikiLeaks”, Tras su triunfo, Trump cita con aprobación a
Assange en Twitter, su medio favorito de comunicación. El presidente electo de
Estados Unidos es un magnate de la construcción que pertenece al ala más
derechista del conservador Partido Republicano; el fundador de WikiLeaks, el
azote del imperio capitalista yanqui, se constituyó en un héroe de la izquierda
internacional.
Hasta
hace poco hubiéramos visto a Trump y Assange como representantes de dos polos
ideológicamente opuestos; se hubiera supuesto que sus admiradores pertenecían
casi a dos especies diferentes.
En
2010, cuando el mundo político era más previsible, cuando la izquierda era la
izquierda y la derecha, la derecha, Trump declaró que las famosas filtraciones
masivas de WikiLeaks eran “una vergüenza”. “Creo que se debería imponer la pena
de muerte o algo”, dijo en una entrevista con Fox News. De manera similarmente
incendiaria respondió, en aquel momento Sarah Palin, la estrafalaria
excandidata republicana a la vicepresidencia de Estados Unidos, la profeta que
le abrió el camino al mesías neoyorquino. El veredicto de Palin sobre Assange:
“Un antiamericano con sangre en sus manos”. Ninguna sorpresa que celebridades
progresistas como Hugo Chávez, Michael Moore, Lady Gaga, Oliver Stone, Bianca
Jagger, Noam Chomsky, Baltasar Garzón o Pablo Iglesias hicieran cola entonces
para proclamar su admiración por Assange.
Palin
se refería en aquel entonces no solo al daño personal que le había ocasionado WikiLeaks,
que fue sustancial, sino a la infinidad de secretos diplomáticos
estadounidenses que salieron a la luz gracias a la campaña mediática que
Assange había orquestado. Tal era la necesidad de los famosos de izquierdas y
sus seguidores de mantener a Assange en su panteón que prefirieron cerrar los
ojos y los oídos cuando individuos que habían colaborado estrechamente con él
salieron del armario y empezaron a retratarle como realmente era: un personaje
cuyos rasgos psicológicos resultan ser casi idénticos a los de Donald Trump.
Daniel
Domscheit-Berg, que fue el número dos de Assange en WikiLeaks, dice en un libro
llamado Dentro de WikiLeaks que este era “tan paranoico, tan
hambriento de poder, tan megalómano” que se creía “un César”. El autor Andrew
O’Hagan pasó muchos días y noches con Assange con el propósito fallido de
colaborar en la escritura de su autobiografía autorizada. Lo describió después
en un largo ensayo como “un narcisista” que amaba “la fama más que nada” y
tenía poca conciencia de la vida individual de los demás.
Trump
demostró su poca humanidad de manera siniestra cuando se declaró, más de una
vez, a favor de la tortura. Assange demostró la poca empatía que él tenía en
una comida con periodistas de The Guardian. Los periodistas le
estaban hablando del peligro que correrían afganos que habían colaborado con el
Ejército estadounidense si sus nombres llegasen a aparecer entre las
filtraciones de WikiLeaks. “Bueno”, comentó Assange, “son informadores. Si los
matan, se lo merecen”.
Los
Vientos del Norte y Sur hacían sus estragos en el mundo tangible como
espiritual.
Un
periodista de The New York Times, que colaboró con Assange en las
filtraciones de WikiLeaks en 2010, me comentó la semana pasada que veía a Trump
y a Assange casi como gemelos. “Comparten una ciega autoadmiración”, dijo.
“Ambos tienen que ser siempre el centro de atención; ambos son populistas en el
sentido de que siempre ansían la adoración de las masas”. Ambos también
comparten el dudoso honor de haber sido acusados de abuso sexual, y de negarlo
todo como parte de una conspiración en su contra. Lo cual no ha impedido que la
extraña pareja no solo sume, sino comparta aduladores.
Sarah
Palin no solo declara su admiración por él, sino que le ha pedido públicamente
perdón por sus anteriores ofensas. La ultraderechista Fox News también se ha
volcado con Assange. Nada que ver con principios, todo que ver con que el
australiano hizo causa común con el trumpismo en contra de la campaña de
Hillary Clinton, utilizando Wikileaks para diseminar información contra ella.
Está
claro que lo que ha motivado a Assange en su campaña a favor de Trump es la
esperanza de que el futuro presidente intervenga para evitar que se haga
realidad lo que dice ser su principal terror: la extradición a EE UU para
responder a cargos de que violó la ley al revelar secretos de Estado a través
de Wikileaks.
La
cuestión ahora es si los famosos de la izquierda internacional que han
insistido en consagrar a Assange como santo, mártir y audaz defensor de sus
valores tendrán la osadía moral de seguir el ejemplo de Sarah Palin y Donald
Trump y cambiar públicamente de opinión; si optarán por dar su bendición a
Trump o, quizá más factible, si pedirán perdón y reconocerán que Assange,
convertido hoy en héroe de la derecha más extrema del imperio, es un fraude, un
loco y un traidor.
Ahora
Assange, ira a dormir a los calabozos de los Estados Unidos de Norteamérica,
traicionado por la izquierda , Petro logro colarse al lograr la benevolencia de Hugo Chávez en el año 2000 para ser
presidente de Colombia, ya lo es y, Willys Rangel y el ex alcalde Caracas y
gobernador del Táchira, como buenos adecos deben cuidar los votos que le restan
en los barrios y el área de trabajadores,
mientras Vielma Mora y Elías Jaua fueron silenciados en jugadas claves
porque conocen la verdad de todo este proceso que lleva veinte y tres años, ya
los primeros tienen a Bernabé Gutiérrez en el ruedo para controlar a Ramos
Allup.
Es
un juego de algoritmos y paradigmas que incluye la religiosidad grecorromana y
pentecostal universal, que viene penetrando las zonas masivas de población
marginal.
Ahora,
todos coinciden en que Assange no era un prófugo de la ley de un país
democrático, sino un asilado político, como si de un disidente norcoreano se
tratase. Fue engañado por la izquierda, primeramente, que lo utilizo al develar
secretos de EE. UU y por Trump, un metodista protestante que se juega un
protagonismo para lavar su cara como promotor de modelaje y de supuestas
agresiones sexuales, lo cual, también fue acusado Julián. La cuestión ahora es
si los famosos de la izquierda internacional que han insistido en consagrar a
Assange como santo, mártir y audaz defensor de sus valores tendrán la osadía
moral de seguir el ejemplo de Sarah Palin y Donald Trump y cambiar públicamente
de opinión; si optarán por dar su bendición a Trump o, quizá más factible, si
pedirán perdón y reconocerán que Assange, convertido hoy en héroe de la derecha
más extrema del imperio, es un fraude, un loco y un traidor.
Hay
un nuevo presente, la ignorancia suma y llegó a Colombia., un pueblo culto que
se rezaga y no quiere razonar.
Hay
heridas en el camino de Gustavo Petro, que otros deben cancelar. Existe una ideología
criminal que es cómplice del fascismo que busca desbrazar el tránsito de
consolidación de líderes, veremos quien se cura la conciencia. En Venezuela,
hay un liderazgo político, mientras España es un portavoz del fascismo, se ha
convertido en un prostíbulo, porque prefiere triturar derechos de personas
progresistas. en vez de valorar, cuál es el uso que hacen de la justicia
quienes no creen en la democracia.
Los fascistas han
salido de cacería fingiendo preocupación por los derechos de sus burbujas.
Son múltiples los
ejemplos de querellas que han contado con la colaboración cómplice de la
judicatura para desacreditar la imagen de políticos, periodistas y activistas,
aún sin haber sido jamás culpables de ningún delito. De modo que, encontremos
la brújula moral con la cual curarse, la experiencia nos enseña que es mejor
por defecto de celo que por exceso. Son múltiples los ejemplos de querellas que
han contado con la colaboración cómplice para desacreditar la imagen de
políticos, periodistas y activistas, aún sin haber sido jamás culpables de
ningún delito. El caso más sangrante es el de Julián Assange, “Es imposible que funcionarios de tan diversa naturaleza y categoría,
desde técnicos en menores a psicólogos, jefes de servicio y directores de
centro y territoriales, mantuvieran unánimemente la misma versión de los
hechos, lo que constituye un fuerte indicio del sentido de dicha orden
verbal”. Todo un plan de distracción para lograr objetivos comunes.
Siempre
se podrá opinar, porque una sentencia no es ley, cada vez menos en este país,
pero no hace falta ser culpable para que un partido o político de izquierdas
sea imputado basándose en meras especulaciones e inferencias que provoquen así
un efecto político sobre la imagen de una persona o colectivo. Los jueces no se
arriesgan a condenar a un inocente por mucha inquina que le tengan, la
prevaricación es un delito y no pierden su carrera, así como así, pero son más
laxos a la hora de abrir un proceso penal en las fases previas, conscientes de
que ese simple hecho provocará la asunción de responsabilidades, el desgaste
político y mediático y la posibilidad cierta de acabar con una carrera. No es
preciso condenar a alguien para matarlo socialmente y la judicatura funciona
cada vez con más frecuencia como un verdugo sin ley.
Estamos
obligados a suponer que la relación del condenado con una política tan conocida
como la líder de Compromís no ha influido, ni favorable ni desfavorablemente,
en la actuación de la fiscalía parisina e inglesa, de los jueces o de una
famosa sala de la Audiencia de París que obligó al instructor a reabrir el
sumario cuando había decidido archivarlo. Francia ha esta siempre implicada con
los ingleses Porque igual que hay que preservar celosamente la condición de
víctima del periodista, hay que evitar también cualquier transferencia espuria
de culpa por lazos políticos. No se es responsable de los actos de nadie por
cualquier. Ecuador es cómplice de esta atrocidad.
“Entonces vi
que del norte venía un viento huracanado; de una gran
nube salía un fuego como de relámpagos, y a su alrededor había un fuerte
resplandor. En medio del fuego brillaba algo semejante al metal
bruñido, “Ezequiel, 1:4.
“El norte y el
sur, tú los creaste; el Tabor y el Hermón aclamarán con gozo a tu nombre.”.
Salmos, 89:12.
Los grupos hemisféricos
de la Nueva Izquierda son cerrados. Son círculos de amigos de nivel socrático que
tienen la misión de cobijar los ideales del futuro Imperio Grecorromano
parecido al anterior, pero, que va a tener a Roma- Vaticano como eje de la
nueva ideología universal pragmática y, por eso, Petro indica en sus primeras
declaraciones que no son socialistas, un postulado que revela desde un
principio un ocultismo severo y que concibe una nueva manera de acceder al
poder, sin incluir al pueblo en lo absoluto, habrá una profunda transformación
de la sociedad.
Hay ironía en la
política presente. Disimulan un profundo amor por las almas y le tienen un
marco conceptual de proselitismo. Es la vida moderna de todos los días dado por
el engaño y, nuestros gobernantes desean vivir como dioses en una plena
autarquía.
Putin llegará a
Kiev en dos años, quizás antes. El viejo Biden es un espíritu de la muerte y su
gobierno, excesivamente simplista, de cinismo y agresión a las burbujas de
comunidades deprimidas.
De modo que,
encontremos la brújula moral con la cual guiarse, la experiencia nos enseña que
es mejor pecar por defecto de celos que por exceso. Ciudadanos desacertados
distorsionan los enfoques de Marx sobre economía y obviaron varios textos apuntalando
los nuevos mercados reflejados en actos históricos.
* Escrito por
Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y
Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro
activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajo en
los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como
coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño
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